Las ventas, muchas veces, se presentan en períodos fuertes, lo que plantea problemas productivos que es preciso abordar.
En efecto, cuando existen picos y valles de demanda hay, al menos, dos políticas extremas que es posible realizar:
a) Producir de forma regular, con lo que se generan fuertes stocks en los momentos de demanda baja y se corre el riesgo de no poder servir algunos pedidos en los momentos de fuerte demanda. Los costos de producción son mínimos, pero muy altos los financieros y comerciales.
b) Producir justamente lo que se demanda, con lo que hay épocas en que la capacidad de la planta está infrautilizada, y se da una fuerte desocupación, y otras en que es preciso realizar horas extras, emplear mano de obra eventual y, en ciertos casos, subcontratar trabajo en el exterior; en definitiva, incurrir en mayores costos de producción.